El Hogar Transitorio de la Fundación Munasim Kullakita (FMK) ofrece un espacio temporal de protección y atención integral para niñas y adolescentes (de 10 a 17 años) víctimas de trata de personas, explotación sexual, proxenetismo y pornografía. Su objetivo es restituir los derechos vulnerados mediante intervenciones coordinadas con instituciones como la Defensoría de la Niñez, la Policía Boliviana y juzgados especializados.
Las acciones incluyen: terapia, restitución educativa, fortalecimiento de vínculos afectivos, seguimiento legal, desarrollo emocional y habilidades, además de preparación para la emancipación de las adolescentes sin red de apoyo. Este trabajo integral busca promover proyectos de vida seguros y sostenibles.
El Hogar transitorio garantiza la presencia de un equipo interdisciplinario para la atención de las niñas y adolescentes acogidas, a través de las siguientes áreas de intervención:
La intervención desde el área de psicología tiene como finalidad la recuperación emocional de la víctima, el abordaje se realiza en tres aspectos fundamentales: 1) enfoque de reparación de daño, 2) plan terapéutico, 3) etapas de proceso.
El enfoque de reparación del daño emocional está desarrollado en tres momentos: reconocerse como víctima, reconocerse como sobreviviente y celebrar la vida; el plan terapéutico está abocado a la elaboración y superación de la experiencia traumática, de modo tal que la adolescente se sienta más segura, le dé un nuevo sentido a su vida y pueda continuar con sus metas establecidas, a través de etapas de proceso con indicadores específicos: a) etapa verde: donde la adolescente colabora con el inicio del informe diagnóstico: responde a las preguntas, comparte inquietudes, realiza las pruebas, acepta las necesidades del proceso psicoterapéutico, inicia proceso terapéutico, desarrolla su estructura familiar, b) etapa rosa: participa y desarrolla de un proceso de autoconocimiento: reconoce formas de actuar, pensar y sentir propias, permite el abordaje de malestares, heridas y traumas e identifica problemáticas familiares y de convivencia; c) etapa amarilla: reconoce espacios positivos de desarrollo personal, identifica procesos de cambio positivo en su historia, reinterpreta aspectos dolorosos e integra y resignifica su relación con la familia.
La intervención que se realiza es a través de sesiones terapéuticas y seguimiento de caso, intervención con la familia y contexto social e intervención grupal.
El área social aborda algunas de las necesidades básicas de las niñas y adolescentes acogidas, por lo tanto, la trabajadora social a cargo es coadyuvada por todo el equipo de trabajo del hogar en el desarrollo de sus funciones, siguiendo una programación preestablecida. Los componentes en esta área son: Valoración e Informes, Al ingreso de la adolescente al hogar, el área de trabajo social realiza una valoración social de inicio para determinar las condiciones de vida (familiares, económicas, sociales), la presencia de redes de apoyo, referentes positivos y referentes negativos, internos o externos a la familia de origen, evaluación de necesidades y prioridades, evaluación de riesgos personales, condiciones de salud entre otros y contar con un diagnostico social de la adolescente y su entorno. Desde inicio, durante su proceso, el egreso y post egreso, se elaboran informes sociales que corresponden a cada etapa, donde se indique, datos personales, la situación familiar, situación ya sea al ingreso, durante el proceso o al egreso del hogar, información recolectada en entrevistas, visitas domiciliarias, seguimientos con Defensorías y otros. Salud, éste es un eje fundamental de la atención integral que brinda el Hogar desde su ingreso hasta su egreso, las niñas y adolescentes son atendidas en los Centros de salud de El Alto y La Paz, dependiendo de la especialidad que necesiten, para cubrir todas sus necesidades médicas, dependiendo de los estudios de laboratorio, rayos x u otros que determinen los diagnósticos precisos y se puedan otorgar los tratamientos respectivos. El acompañamiento en salud se realiza durante todo el proceso de la adolescente en el hogar, desde sus valoraciones de ingreso, controles periódicos, en casos de emergencia y derivaciones con especialidades si se requiere. Familia, desde el Área de trabajo social, se realiza los procesos vinculados también a la familia como una de las acciones prioritarias en la intervención, se realiza diferentes acciones con las familias de las niñas y adolescentes, como ser: estudios de caso, Coordinación con DNA, Visitas domiciliarias, diagnóstico socio económico de la familia, seguimiento a procesos de reintegración. Es importante recalcar que en casos donde no existe un referente familiar, el área de trabajo social debe realizar la búsqueda de familia nuclear o ampliada para establecer contactos encaminados a una reintegración familiar.
El área de pedagogía realiza su intervención en cuatro fases, la fase diagnóstica donde se realiza la entrevista inicial con la adolescente para conocer más sobre su historia escolar, sus antecedentes de estudio y sus perspectivas sobre su formación, a partir de esto, se lleva adelante la aplicación de la evaluación diagnóstica a través de instrumentos validados para identificar el grado de aprendizaje y dificultades específicas, con la información recabada se elabora el plan de intervención pedagógica individual.
En la segunda fase de recuperación, es fundamental restituir el derecho a la educación, por lo que se inscribe a la adolescente al sistema de educación regular para que pueda asistir a clases en las diferentes modalidades de estudio (presencial, semipresencial y a distancia) de acuerdo a las especificidades de su caso.
En la fase de recuperación, es indispensable la coordinación con las unidades educativas y el seguimiento pedagógico para un avance curricular adecuado, proporcionando a las adolescentes apoyo escolar personalizado y los materiales escolares necesarios, para que logren el éxito escolar. Para un desarrollo educativo integral, las adolescentes participan de cursos de formación técnica, talleres de sensibilización en temáticas de interés y otras capacitaciones para el desarrollo de habilidades para la vida, estos procesos son llevados a cabo por las educadoras del hogar, pedagoga, profesionales calificados de la FMK e invitados de otras instituciones.
En la fase de reinserción, es el momento en que la adolescente pone en práctica y utiliza todas las habilidades y capacidades desarrolladas durante su proceso en el hogar, dependiendo el caso, al reintegrar con la familia es necesario un seguimiento para evidenciar la continuidad de estudio, en el caso de egresadas se busca la inserción laboral para la independización y un trabajo digno.
Desde el área de pedagogía se busca potenciar las habilidades innatas de las adolescentes como desarrollar otras que les sean útiles para la vida. Es fundamental, lograr una buena relación de la adolescente con la escuela, despertando la motivación natural por querer seguir preparándose para la vida.
El Hogar Transitorio de la Fundación Munasim Kullakita, obra social de la Iglesia Católica, protege a niñas y adolescentes víctimas de trata de personas y delitos conexos. Brinda atención integral para restituir sus derechos mediante un equipo multidisciplinario que trabaja en áreas como: